viernes, 22 de abril de 2011

Por ser respetuoso de las costumbres...

Racing se atragantó con un Calamar


Perdió 2 a 0 en Laprida con Platense y carga con la mochila de no poder ganar de visitante.

Tres cosas en el fútbol como en la vida son necesarias: capacidad, oportunidad y suerte. Cada cual que mezcle los elementos como quiera, pero los tres son fundamentales.
Platense amasó esos tres ingredientes para quedarse con un triunfo sin grandes sobresaltos, aunque su arquero terminó siendo figura.
La capacidad del local estuvo en saber como y donde plantear el cotejo. Desde el comienzo, el equipo de Prátula se plantó en el terreno con la intención de hacerse dueño del partido.
Sucedió lo previsto: el que busca encuentra. Además de la posesión de la pelota y una marcada vocación ofensiva, Platense tuvo más y mejores situaciones de gol.
A la media hora, el calamar encontró su premio, cuando Arena tomó un rebote apenas fuera del área ante un mal despeje de la defensa racinguista y puso el 1-0 con un misil teledirigido al ángulo. Y ahí es donde mezclamos los otros 2 ingredientes: la oportunidad y la suerte de aprovecharla, ya que a pesar del merecimiento tanto el 1° como el 2° gol fueron producto de jugadas que se “ensuciaron” un poco pero así y todo terminaron en el fondo de la red y vale exactamente lo mismo, por toques claros o jugadas enredadas.
Nunca pudo hacer pié el equipo de Agustín Etchebere.
En parte por carencias propias, ya que Patricio Pugni, el encargado de generar fútbol, estuvo impreciso, lo que ocasionó que la dupla de delanteros quedara demasiado aislada. Encima , éstos, no aprovechaban las pocas situaciones que les aparecieron.
Eso sí, si hay algo que no se le puede echar en cara a Racing es su entrega y amor propio, aún jugando de regular para abajo, con jugadores como el ya nombrado Pugni, Sheriff o Texeira , lejos del nivel que venían demostrando, siempre intentó emparejar el juego y el resultado, cosa que, generalmente jugando así es casi imposible.
Platense fue compacto, solidario, intentó profesar el toque corto y el visitante estuvo desarticulado en todas sus líneas, y el calamar se lo hizo pagar.
Intentando remontar la desventaja, Etchebere echó mano a la experiencia de Mocciaro, a la dinámica de Moraga y la impronta de Campagne, además de al cambio constante de táctica, ya que pasó de un 4 – 4 – 3 a un 3 – 3 – 1 – 3 .
Más vocación de ataque que esa imposible pero no por suma de hombres en ataque se es ofensivo.
Muy liviano adelante, con poco control de pelota en el mediocampo y corriendo muchos riesgos al quedar en varias ocasiones mano a mano en defensa, Racing intentó vender cara su derrota.
Después del 2 a 0, ante un Platense que bajó el ritmo y entregó la pelota, Racing tuvo su reacción. Pero ese problema que tiene con la principal herramienta del fútbol (el gol), siguió siendo su fantasma.
En el balance, el local era más, pero el fútbol se burla muchas veces de esas cosas. Tanto que tuvo que aparecer en 2 o 3 momentos claves la figura de Caparrós para ahogar el grito racinguista y transformarse así en el GRAFICABOT del partido.
De todos modos la distancia la había marcado Platense cuando el partido estaba en nudo y tanto Arena como Arana supieron desatarlo para jugar a partir de la ventaja. Ganó bien Platense.
Y Racing que venía de una gran alegría tras vencer en el clásico hace 5 días, justo en el viernes santo se atragantó con un calamar.


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